Es cierto que la verdad muchas veces duele, pero… ¿quién prefiere la felicidad de una mentira antes que el dolor de la
verdad? Es difícil asumir la realidad, pero
llegó la hora. Esta mentira en algún momento
tiene que acabar, no nos podemos seguir
mintiendo, nos hacemos mal. Es hora de afrontar la realidad por más dolorosa que sea,
tenemos que poner los pies sobre la tierra por amor
propio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario